Hace poco más de un mes que me tocó regresar a la Universidad después de cinco meses de estar realizando la práctica profesional supervisada como último requisito para graduarme. No le haré campaña a la rectora, pero no se puede negar que para bien o para mal, a nivel estructural la Universidad ha estado cambiando severamente en su mandato. Pero no solo son parqueos eliminados y nuevos edificios (incluida "el arca" del nuevo edificio administrativo), sino que realmente son pocas las personas que aún conozco, y aun menos las que verdaderamente aprecio que permanecen adentro y en los alrededores del edificio por el que he pasado gran parte de los últimos 5 años. Me fui imposible no sentirme de forma incómoda tras tanto tiempo fuera, casi como las pocas veces que me tocó regresar al colegio una vez egresado. Afortunadamente, la música hace maravillas, y teniendo mi reproductor mp3 recién cargado con los discos más recientes, puse algo para hacerme sentir, supongo que "más joven", California, el séptimo disco de la banda de pop punk Blink-182, el cual además es el primero tras su segundo o tercer rompimiento y el primero en no incluir a Tom DeLonge, el bajista y vocalista fundador de la banda.
Mi experimento surtió de maravilla, y de alguna forma dejé de sentirme incómodo, y es más, hasta me sentí revitalizado. No voy a intentar hacer el caso por decir que la música de Blink-182 es exquisita y que los tipos son genios musicales, pero quedemos claro con que difícilmente se puede negar la influencia que tuvieron en su época y sobre toda una generación. Por la tarde comenté a mis compañeros de A la izquierda del dial, como California había superado mis expectativas y que era en realidad "un buen disco de Blink-182". "¿Un buen disco de pedos y masturbación?" preguntó Víctor, y con canciones (o micro-canciones) incluidas acá como Built This Pool, es difícil contradecir el cinismo de mi compañero. Quedemos claros con mi enunciado, "California es un buen disco DE BLINK-182", esto quiere decir que sí gustan de opciones refinadas como las operas de Wagner o las sinfonías de Beethoven, no sé que hacen leyendo sobre Blink-182. Por otro lado, si ustedes al igual que mi persona mantienen un "soft spot" por la enérgica e inmadura música de este trío; sí! la banda no murió la década pasada, pues probablemente California sea de su agrado. Habiendo dicho esto, California sufre de las mismas carencias que sus trabajos anteriores. Como ya lo hemos dicho, una renuencia por madurar (simplemente no es parte de la formula de Blink, con Mark Hoppus cantando sobre tener 23 cuando ya tenía 27), un grado de ser predecibles y sí, un par de canciones de más.
Voy a ser sincero admitiendo que nunca escuché un disco entero de Blink-182 (y no estoy dispuesto a comenzar a estas alturas), pero es innegable que algo hicieron bien durante el final de los 90s y principios de los 2000s, para que canciones como Adam's Song, Stay Together for the Kids o en especial I Miss You, despierten emociones en gran parte de mis contemporáneos. En el mismo estilo del White Album de Weezer de este mismo año, como su nombre lo dice, California es un canto de amor al "estado dorado", pero también es un canto de amor a la nostalgia, al haber sido jóvenes y al recordar los tiempos que de una forma u otra te han traído a quien eres hoy. Y sí, California mantiene la batería adictiva por la que mi vecina llamó Travis a su perro, y el álbum también tiene suficientes letras para adornar los garabatos y pupitres de los estudiante de secundarias bilingües.
Finalmente, como mencioné al principio, California es el primer disco de Blink-182 en no incluir a Tom DeLonge. Debido a malos entendidos, muy parecidos a los que llevaron la banda a tomarse su tiempo en dos ocasiones anteriores, y a que cada vez más DeLonge parecía alejado de la realidad, Mark y Travis decidieron seguir adelante bajo la bandera de la banda, reclutando a Matt Skiba como su suplente. A quienes no les resulte familiar el nombre, Skiba es uno de los fundadores y mentes creativas detrás de Alkaline Trio, una banda que siguiendo la línea de Blink-182, lograron crear una fiel base de fans, que sin embargo le queda corta a lo alcanzado por Blink-182. Skiba, quien sigue siendo miembro de Alkaline Trio parece desafiar el viejo adagio, siendo a la vez cola y cabeza de león. Como mencioné, la dinámica entre Hoppus y DeLonge, con sus tonos contrastantes, era uno de los atractivos principales de la banda, y en California, la banda logra hacer de DeLonge un elemento dispensable, con Skiba presentandose como un complemento más afinado que DeLonge (Y en lo que cabe, soy fan de DeLonge pues There Is sigue siendo mi canción favorita relacionada a estos tipos).
Resulta difícil destacar canciones, pero fans del Blink de antaño, siéntanse contentos con saber que el disco es bastante constante. Bored to Death, el single principal sería la canción que escogería para representar el disco. Home Is Such a Lonely Place trae el obligatorio momento "más reflexivo" y los temas dedicados a ciudades californianas (Los Angeles y San Diego) son bastante pegajosos, aunque ya para el final de las 16 canciones (claro, un par de ellas no llegan al minuto), la fórmula se siente cansona. Pero quizá la pregunta deba ser, después de 21 años desde la salida de Cheshire Cat, ¿está la fórmula gastada? No seré quien para contestar esa pregunta, se la dejo abierta a los fans de la banda, aunque tengo pensado expandir en una entrega futura sobre el legado de nuestras bandas favoritas de la infancia y adolescencia, más aun con la salida del nuevo álbum de Green Day (y Sum 41) este mes de octubre.
Resulta difícil destacar canciones, pero fans del Blink de antaño, siéntanse contentos con saber que el disco es bastante constante. Bored to Death, el single principal sería la canción que escogería para representar el disco. Home Is Such a Lonely Place trae el obligatorio momento "más reflexivo" y los temas dedicados a ciudades californianas (Los Angeles y San Diego) son bastante pegajosos, aunque ya para el final de las 16 canciones (claro, un par de ellas no llegan al minuto), la fórmula se siente cansona. Pero quizá la pregunta deba ser, después de 21 años desde la salida de Cheshire Cat, ¿está la fórmula gastada? No seré quien para contestar esa pregunta, se la dejo abierta a los fans de la banda, aunque tengo pensado expandir en una entrega futura sobre el legado de nuestras bandas favoritas de la infancia y adolescencia, más aun con la salida del nuevo álbum de Green Day (y Sum 41) este mes de octubre.
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