lunes, 1 de agosto de 2016

El templo de un perro llamado Andrew Wood



Me parece el momento adecuado para desenpolvar y traducir esta reseña que elaboré para otra página hace un par de meses, dado que recientemente se ha anunciado la reunión de Temple of the Dog tras 25 años de haber salido su único álbum, para poder realizar una gira y conciertos, cosa que no era parte del plan original de la banda. El año pasado los músicos recuperaron el control de las grabaciones del álbum y se espera una reedición con material inédito para el próximo año.

Me atrevo a decir que la mayoría de personas llegaron al grunge a través de Nirvana. Al menos mi generación “milenial” así lo hizo. Partiendo de ahí, es fácil llegar a las bandas que los influyeron como Pixies o Husker Dü, y aún más fácil el terminar escuchando a sus contemporáneos en la escena. Yo tan solo tenía tres años cuando Kurt Cobain tomó la fatal decisión de acabar con su vida. No tengo conciencia de ese momento, pero al menos si la tengo del décimo aniversario de su muerte, con todo y el barato concierto tributo local. Ahora ya siendo un adulto, viendo hacia atrás en la historia, me es fácil entender porque Kurt sigue siendo llorado aun hoy en día: él probablemente sigue siendo el último ícono que la música ha tenido. Sin embargo, si el grunge tan solo ha sido algo temporal en tu vida, es probable que nunca llegases a escuchar Mother Love Bone, y si acaso llegaste a saber de este nombre, probablemente solo fue en un pie de página que hacía referencia a la genealogía de Pearl Jam. Aquellos a los que el grunge les pegó más fuerte, y aquellos que vivieron esos años y esa escena, tomando parte activa de su formación, también cuentan a Andrew Wood entre sus íconos musicales, una pérdida equivalente a la de Kurt Cobain en el panteón del rock moderno.


Reseñar el único álbum de estudio que lanzó Mother Love Bone en su corta existencia, será el trabajo de otro día, sin embargo no se puede comenzar a hablar sobre Temple of the Dog, el único álbum epónimo de una banda que se forma únicamente para rendirle homenaje a Andrew Wood. Brevemente diré que Apple no me parece particularmente llamativo. Podría incluso decir que es inferior a los álbums más mediocres de Pearl Jam. Una muerte es una muerte, pero personalmente prefiero guardar mis velitas para víctimas de la drogadicción para Layne Staley.

Temple of the Dog nace en un momento antes de Pearl Jam, una era Mookie Blaylock antes del lanzamiento de Ten. Si bien casi todos estos músicos pasarían a formar Pearl Jam, lo que en realidad encontramos acá es a Mother Love Bone tomando prestado a Chris Cornell de Soundgarden, para ofrecer diez sentidas canciones dedicadas a la memoria de Andrew Wood. Comenzando con Say Hello 2 Heaven, Cornell le escribe una carta a su amigo al más allá. Pero más que una misiva en papel, el álbum funciona como un mejor tributo para esta alma afligida, sus familiares y sus fans, especialmente en los inspirados números más “soul” como Call Me a Dog, AllNight Thing o la canción más conocida del álbum, Hunger Strike, el dueto vocal entre Cornell y un entonces desconocido Eddie Vedder. Por otro lado, acá también encontramos números un poco más pesados y parecido al sonido de Soundgarden de aquel entonces, como Pushing Forward Back.


Hoy en día fácilmente podríamos decir que Temple of the Dog se encuentra separado del legado de Andrew Wood. Estas 10 canciones pueden ser fácilmente disfrutadas sin tener que llegar a escuchar a Malfunkshun o Mother Love Bone. Aunque todos los involucrados en esta grabación estarían en desacuerdo con esta definición, este álbum es básicamente la colaboración entre Soundgarden y Pearl Jam. Es difícil ver hoy en día Temple of the Dog como lo que fue en el momento de su creación. Sabiendo hacia donde fueron los caminos de estos músicos, es difícil pensar que esto fue creado antes de los álbums “breakthrough” de ambas bandas, y que fue hasta que estos explotaron que Temple of the Dog comenzó a recibir atención. También puede que estén más familiarizados con el Cornell circa Superunknown o Audioslave, pero a principios de los noventa Soundgarden era un monstruo untanto más agresivo.

La muerte de Kurt Cobain puede que haya puesto a toda una generación a llorar, pero nunca juntó a Cornell y a Vedder en la misma grabación; nunca produjo nada parecido a Temple of the Dog.

Temple of the Dog - Temple of the Dog

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