Empecé a escuchar música de forma más obsesiva a finales del 2007 (10 años a mediados del próximo año, ¡cómo pasa el tiempo!), lo cual me dio muy poco tiempo para poder entender y utilizar el chiste que por años existió alrededor de Chinese Democracy, el infame sexto álbum de estudio de "Guns N' Roses", el cual finalmente salió en el 2008, tras innumerables demoras y aplazamientos en su fecha de salida. Quienes estén muy jóvenes para recordar aquellos tiempos, fue tanto la incertidumbre en 2008 alrededor de una nueva fecha de lanzamiento para el disco, que el presidente de la gaseosa Dr. Pepper prometió una lata de su producto a todo ciudadanos americano, si el disco salía en el 2008. Chinese Democracy salió ese año, pero si no han escuchado este álbum, no se pierden de nada. La gente lo escuchó, se rió, se tomó su gaseosa y continuó con su vida, sabiendo que el coloquio musical había perdido un chiste.
Si bien han existido otros casos de álbums cuyo lanzamiento parecía imposible, es indudable decir que Chinese Democracy era el más legendario. Los años pasaron, Detox finalmente vio la luz del día, de una forma u otra como Compton y hoy por hoy únicamente nos quedan el segundo disco de Lauryn Hill (Miseducation of Lauryn Hill salió en 1998) y el sexto de Tool (10, 000 Days salió en el 2006) entre aquellos discos que ya casi pensamos jamás escucharemos. Pero si tus amigos son igual de hipsters que tú y yo, es posible que este año 2016 haya rotó con otro disco eterno, con la salida de Wildflower, el muy esperado segundo disco de la banda australiana The Avalanches.
Realmente, aparte de Tato y Víctor, no creo haber sostenido una conversación con nadie sobre esta banda, que sin embargo, con el lanzamiento de su debut Since I Left You en el año 2000, dio un baquetazo de originalidad en el mundo de la música electrónica que sigue resonando hasta nuestros días. Catalogado bajo el género de Plunderphonics, SILY era un álbum construido a base de samples, pero que a diferencia de más meditativos predecesores como Endtroducing... de DJ Shadow (1996), estaba bañado por un ambiente casi de fiesta. Aquel álbum debut sigue siendo uno de esos discos que te pone de buen humor, y cuyas capas y texturas son tan agradables y complejas, que sigues descubriendo nuevos elementos cada vez que lo escuchas. Uno de los principales logros de aquella hora de música, fue la capacidad de mezclar de manera armoniosa el pasado y el presente (¿o habrá sido el futuro?), algo que posteriormente sería llevado a extremos por artistas como Girl Talk o el subgénero entero del Electroswing.
Avalanches allá por el año 2000 |
"Aún no se han terminado de licenciar todos los samples" se excusaba la disquera para argumentar un nuevo retraso en el lanzamiento del segundo disco de The Avalanches. Los fans bajaban los brazos, casi creyendo que el disco nunca saldría. Y luego, Modular, la disquera de la banda, se declararía en bancarrota. Un nuevo rumor del inminente lanzamiento resurgiría cada par de años, pero fue hasta este 2016, que su página de internet por fin recibió un colorido cambio de look, una actualización costosa que señalaba que algo concreto estaba por llegar. Y luego, Frankie Sinatra, pero ya llegaremos a eso.
Si para el 2007 The Avalanches ya contaban con más de 40 canciones, para el momento en que finalmente se decidieron por compilar lo que sería Wildflower, los experimentos, incluyendo colaboraciones con artistas de la talla de Ariel Pink y Jennifer Herrema de Royal Trux, algunas que siguen sin ver la luz del día. Entre los temas seleccionados, podemos encontrar uno que se remonta al año 2000 (Colours), y otros que fueron rescatados de proyectos fallidos, como un musical de King Kong y una banda sonora para un remake japonés de Yellow Submarine que nunca vio la luz del día (The Noisy Eater deriva de este proyecto). Tal mezcolanza pareciera ser una mala seña, pero se supone que este proceso no fue muy diferente a como SILY cobró vida.
Hablando propiamente del disco, he de decir que Frankie Sinatra, la primera canción oficial en 16 años, me agradó de primera. Esta es una de las dos colaboraciones con Danny Brown que aparecen en Wildflower, y que fue recibida de manera mixta. Repasando la canción noto que es uno de los números más débiles del álbum y comprendo porque la molestia de varios críticos, pues ya incluso a mí, sin conocer mucho de la discografía de Brown, su participación tanto en esta canción como en The Wozard of Iz me recuerdan al más molesto Eminem. Sin embargo, Frankie Sinatra es una introducción a uno de los principales cambios para este disco, la inclusión de vocales originales, que además de Brown incluyen a Chaz Bundwick (mejor conocido como Toro y Moi), Jonathan Donahue de Mercury Rev, Kevin Parker (Tame Impala) y Father John Misty.
En general, Wildflower continúa con la temática retrofuturista de su predecesor, y aunque los cambios de canciones suelen ser imperceptibles, el disco no se siente tanto como una unidad orgánica, en comparación con SILY. Si bien el disco es constante durante sus 53 minutos de duración, ningún momento llega a la grandiosidad encapsulada en fragmentos individuales del debut como la canción que dio nombre al álbum y Frontier Psychiatrist, una de las más divertidas y originales canciones (punto).
Al final, y a pesar de la tardanza, The Avalanches parecen haber dado un paso en la dirección correcta. No optaron por quedarse en su zona de comfort y lanzar un clon de SILY. Si bien Wildflower no es una joya indiscutible de la música moderna (como si lo es SILY...), ¡es un fucking nuevo disco de The Avalanches!, quienes además parece no tardarán 1.6 décadas en lanzar su siguiente álbum.
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