Recién el miércoles por la noche, entre bloques musicales, Víctor, Tato y hasta cierto punto yo nos quejábamos sobre como páginas de cabecera como Pitchfork o Stereogum están aparentemente dedicando cada vez más espacio a las esferas de la música pop "comercial" como Justin Bieber o Rihanna. Hoy, vengo con una idea con la que jugaba en mi cabeza desde que comenzó el blog. Dedicarle cada cierto tiempo un espacio a una reseña proveniente de la derecha del dial, las frecuencias radiales tradicionalmente ocupadas de esparcir los éxitos. ¿Es esta una movida deliberada por tratar de alcanzar un público mayor y finalmente consagrarnos con un ansiado premio eXtra? Realmente no. Simplemente el hecho es que se quiera o no, aunque nos golpeemos el pecho argumentando escuchar solamente Krautrock alemán, lo cierto es que todos somos vulnerables en nuestro día a día a escuchar los éxitos del momento. Y si bien estos artistas se caracterizan por utilizar el medio de la canción por sobre el más purista álbum, me resulta interesante poder entender por ejemplo, como es que Adele consiguió vender más de 15 millones de copias de 25, su álbum del año pasado. Digan lo que digan, ese número nunca ha sido fácil de conseguir y menos en la insustancial era musical en la que vivimos en la que la mayor parte de nosotros consume su música a través de servicios de streaming como Spotify o Deezer.
Al menos que viviesen debajo de una piedra y con tapones en los oídos, lo más probable es que conozcan a Adele, conozcan sus canciones más sonadas en la radio y sepan también de la "trágica" historia detrás de su álbum breakthrough, 21 de 2011 (espero no sea necesario explicar que el disco se llama "21"). Según recuerdo, Adele fue traicionada en el amor antes de la composición de dicho álbum, y su devastadora experiencia la llevó a componer cortavenosas canciones como Someone Like You y empoderadores himnos como Set Fire to the Rain y Rolling in the Deep. Pero si Adele hubiese cantado estas canciones con la nariz tapada, probablemente sería la artista preferida de Víctor y pocos más, pero lo que realmente la hizo sobresalir fue el poder vocal que poseía. Este tipo de interpretaciones sentidas como las de Adele son comunes en los panteones de la música, pero raramente salen a relucir en la derecha del dial, y cuando lo hacen, obtenemos a nuestras Duffys y Amy Winehouses.
La vida de Adele aparentemente mejoró viéndose millonaria y famosa mundialmente casi de la noche a la mañana tras la desapercibida recepción de su anterior trabajo, 19 de 2008. Pronto tras haber encontrado el éxito, Adele se convertiría en mamá, haciendo dudar a muchos de como podría canalizar el dolor que hizo de 21 un éxito mundial, y los más mórbidos hasta bromearon con una tragedia maternal como inspiración a 23. Sin embargo, 23 no salió porque efectivamente, Adele tenía un "writer's block" y no sabía de que escribir. En dicho intervalo únicamente nos regaló Skyfall, el tema de la película homónima de James Bond, que a pesar de llevarse un Oscar no necesitó nada de creatividad para escribirse. Y luego, en noviembre, cuando sus fans se habían ya casi olvidado de Adele, se anunció la inminente salida de 25, junto con el lanzamiento del video promocional de Hello. Esta canción tomó un par de escuchas para caer en el agrado de los oyentes, pero finalmente se consolidó en las radios y logró generar expectativa por el nuevo trabajo discográfico. Cuando 25 finalmente salió a la luz el 20 de noviembre, Adele optó por no permitirle ser streamed en Spotify, mientras con la otra mano permitía la aparición en dicho servicio de sus dos trabajos anteriores, no disponibles hasta entonces. Yo personalmente busqué descargarlo por mis medios usuales y probó ser una tarea difícil, pero uno se las sabe todas y finalmente lo conseguí. Aun así considero que se hizo un buen trabajo para casi obligar a los interesados a ir a la tienda y comprar su copia física.
25 tenía muchos retos, pues seguía a uno de los discos que más han vendido en los últimos 15 años, y expresamente Adele había declarado no querer repetirse con otro disco de "corazón partido". La decisión de no apresurar el lanzamiento del disco fue inteligente, ya que Adele no tuvo miedo de eliminar discos enteros ya escritos a la papelera. Y aunque finalmente las canciones siguen girando alrededor del amor en terreno pedregoso, el haberse rodeado de compositores como el novato Tobias Jesso Jr., Bruno Mars y el productor Max Martin, dieron a Adele la posibilidad de por fin cerrar este ciclo de su vida, ya que la artista ha mencionado que 25 sería el último disco nombrado según su edad.
Si escucharon los temas principales de su álbum anterior, probablemente ya sepan lo que les espera en los 11 temas de este nuevo trabajo. Las canciones de Adele son mayormente baladas lideradas por un piano, con algún tema cambiante de ritmo (en esta ocasión "Send my Love to your New Lover", notablemente mejor que su predecesor "Rumour Has It" de 21). El tema junto con Tobias es particularmente interesante por la marca evidente del joven compositor canadiense. Su colaboración con Damon Albarn sonaba prometedora, pero lo único productivo para Adele que esta generó fue la mal intencionada publicidad que su falta de química provocó. Para mí el mayor fuerte de este disco es que, al menos por lo momentos y a excepción de Hello, tema que abre el álbum, los otros temas permanecen en un mismo peldaño, sin opacar a los demás; caso contrario terminó ocurriendo con 21, ya que terminaba siendo difícil escucharlo sin querer saltarse a los grandes éxitos.
No les recomendaré escuchar 25, pues sé que tarde o temprano, de alguna forma u otra llegará a sus oídos. ¿Ha salvado Adele a la industria musical? Probablemente no, y ningun otro disco siquiera se asemeje a sus números de venta. Su éxito, estimo personalmente, se debe a la buena publicidad y expectativa que generó. El hecho que el álbum sea bueno es algo extra, y que bueno que la cantante lo logra, ya que realmente deja abierto un nuevo camino musical para ella. Si citamos al polémico Noel Gallagher, quien dijo que "Adele hace música para abuelitas", habría que agregar que el enunciado puede tener mucho de cierto, pero en dado caso, las abuelitas no tienen de que preocuparse, pues hasta ahora, Adele ha cumplido.
Si escucharon los temas principales de su álbum anterior, probablemente ya sepan lo que les espera en los 11 temas de este nuevo trabajo. Las canciones de Adele son mayormente baladas lideradas por un piano, con algún tema cambiante de ritmo (en esta ocasión "Send my Love to your New Lover", notablemente mejor que su predecesor "Rumour Has It" de 21). El tema junto con Tobias es particularmente interesante por la marca evidente del joven compositor canadiense. Su colaboración con Damon Albarn sonaba prometedora, pero lo único productivo para Adele que esta generó fue la mal intencionada publicidad que su falta de química provocó. Para mí el mayor fuerte de este disco es que, al menos por lo momentos y a excepción de Hello, tema que abre el álbum, los otros temas permanecen en un mismo peldaño, sin opacar a los demás; caso contrario terminó ocurriendo con 21, ya que terminaba siendo difícil escucharlo sin querer saltarse a los grandes éxitos.
No les recomendaré escuchar 25, pues sé que tarde o temprano, de alguna forma u otra llegará a sus oídos. ¿Ha salvado Adele a la industria musical? Probablemente no, y ningun otro disco siquiera se asemeje a sus números de venta. Su éxito, estimo personalmente, se debe a la buena publicidad y expectativa que generó. El hecho que el álbum sea bueno es algo extra, y que bueno que la cantante lo logra, ya que realmente deja abierto un nuevo camino musical para ella. Si citamos al polémico Noel Gallagher, quien dijo que "Adele hace música para abuelitas", habría que agregar que el enunciado puede tener mucho de cierto, pero en dado caso, las abuelitas no tienen de que preocuparse, pues hasta ahora, Adele ha cumplido.
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