viernes, 29 de enero de 2016

Reseña:★(Blackstar)-David Bowie

Cuando Bowie anuncio en el 2015 un disco que le seguiría a “The Next Day” creo que fui de los más emocionados, especialmente con la descripción que daba, una extravagancia de jazz con cantos gregorianos y Bowie cantando liricas cripticas. A pesar de que “The Next Day” fue una buena entrada al canon del artista, sentí que Bowie no tomo ningún riesgo y trato de sacar un disco de matices ya tocados con éxito por el en otras partes de su discografía, pero este nuevo aporte sonaba como un Bowie inspirado, un Bowie creando un nuevo personaje , un Bowie con algo que decir.


★ (Blackstar) inicia con la canción del mismo nombre y primer sencillo de la producción, arranca con una breve introducción a base de cuerdas y luego da lugar a una pista de redoble inspirada en el trip hop británico, mientras Bowie  entra con su distintivo barítono cantando que “en el día de la ejecución las mujeres tienen que arrodillarse y sonreír” con cantos gregorianos al fondo mientras un saxofón y trompeta se entremezclan después de cada verso. La verdad esta combinación suena terrible pero Bowie es Bowie y acá lo podemos ver pavoneándose, dándose gusto, inspirado, como en una especie de trance, tratando de exorcizar algo con esta música y justo a la mitad toda la banda baja la intensidad y sale el demonio que conjuraba Bowie a relucir. La voz de Bowie toma el mando y canta “Algo paso en el día que murió, su espíritu salto un metro y se hizo a un lado. Alguien más tomo su lugar y grito soy una Estrella Negra, soy una Estrella Negra” con una melodía dulce como si fuera el espectador de esta nueva Estrella Negra naciendo. En el video que hicieron de la canción se aprecia como Bowie canta con sus ojos vendados y con piedras donde irían sus globos oculares mientras vemos imágenes de cadáveres de astronautas. Mucho se ha querido interpretar de estas letras, inclusive aludiendo de que se trata de Isis o anunciado su inesperada muerte, pero en la coda de la canción todo se torna más despacio y fúnebre, volviendo a esconder su significado.


La siguiente canción del disco “’Tis a Pity She Was a Whore”empieza con una sección de ritmo que no da tregua mientras las trompetas y saxofón le siguen dando esa atmósfera de estar un club de jazz en el renacimiento de Harlem donde Bowie entra cantando “Luego me pegó como si fuera un hombre, es una pena que sea una puta”. Esta canción no es nueva y salio en cómo lado B de su sencillo “Sue (Or In A Season of Crime)” y toma su nombre de la obra de John Ford con el mismo título. Pero decir que esta canción es la misma que se sacó originalmente sería un insulto para el cuarteto de jazz, compuesto por el saxofonista Donny McCaslin, tecladista Jason Lindner, bajista Tim Lefebvre y baterista Mark Guiliana, con el que colaboró Bowie en todo el disco, ya que la influencia de estos pesa grandemente sobre la pista, convirtiéndola en una pieza única y una obra de arte mejor lograda de lo que fue en su primera presentación.

“Lazarus” continúa el disco y se podría decir que esta es la canción más oscura que ha escrito Bowie y visita al personaje que interpreto en la película “El Hombre que Cayo a La Tierra” Thomas Gerome Newton 30 años después de su aparición. La letras de la canción hablan de como este personaje está herido, dolido y atrapado soñando en el día en el cual va a regresar a su libertad y en el video apreciamos al mismo personaje que encarnó Bowie en Blackstar en una cama de hospital levitando por los aires y otro Bowie más rejuvenecido bailando al salir de un closet que parece sarcófago.  El tiempo nos ha desvelado que esta canción es sobre los últimos días de Bowie, en una cama sucumbiendo al cáncer y con tantas drogas para el dolor que ya no puede contestar su celular, es lo más conmovedor que ha cantado alguna vez un ser humano.


En medio del disco tenemos Sue (Or In A Season of Crime) una canción que también ya había salido con anterioridad como sencillo de su última compilación “Nothing Has Changed”. Acá también notablemente transformada al punto que es irreconocible a lo que salió anteriormente. Con un estrepitoso bajo, la batería endemoniada y una sensación de destrucción inminente, la canción es el equivalente sónico de muerte por napalm en este disco, sirviendo para limpiarnos el paladar de lo que escuchamos anteriormente con un sonido muy post-punk. La letra de la canción es también inspirada en la obra de teatro de “’Tis a Pity She Was Whore”, obra que habla sobre una pareja de hermanos incestuosos, aunque por recientes eventos uno pensará diferente, especialmente cuando nos dice que ya recibió la rayos x de la clínica y todo se mira bien.

Para los fanáticos de “La Naranja Mecanica” se encontraran con la inesperada sorpresa de que en la canción “Girl Loves Me” parte de las letras están escritas en Nasdat, otra en Polari, un lenguaje secreto que utilizaban la cultura gay en Inglaterra para comunicarse, ya que la homosexualidad era ilegal en ese país hasta hace poco, y otra parte en inglés. Siempre manteniendo la tonalidad de jazz pero se escucha muy influenciada por artistas como Kendrick Lamar, inclusive el mismo Tony Visconti productor del disco ha dicho que Bowie estaba muy sorprendido por el disco de Lamar “To Pimp a Butterfly” y eso inspiró bastante el sonido de jazz que permea el resto del disco.

Seguimos el disco con lo que yo creo es la pista, la excelente “Dollar Days”, aunque se escucha como una canción muy tradicional y básica, la muerte de Bowie le da un sabor agridulce ya que es la canción donde el repasa su pasado, su presente y su anhelo por más tiempo en este mundo. Bowie quita la cortina que siempre lo envela y podemos escuchar por primera vez su secreto más oculto y resguardado, el de poder morir y regresar, como el mesías musical que siempre imagino. La canción termina para hacer un seguimiento sin pausa a “I Can’t Give Everything Away” que inicia con la harmónica de “A New Career in a New Town” del disco “Low”, una canción que habla sobre empezar de nuevo en un lugar diferente pero acá Bowie se vuelve a ocultar dejándonos con el resumen perfecto de su carrera “ver más y sentir menos, decir que no pero querer decir que sí, eso es todo lo que quería decir, ese es el mensaje que envié, no pude entregarles todo”, mientras la música conduce con un perfecto ejemplo del dream pop y le pone un punto final a la carrera de este artista.

Bowie ríe en una de sus últimas fotos en vida

Escuché el disco el día que salió, el cumpleaños de Bowie, antes de que muriera y el disco me pareció de los mejores que ha sacado en toda su carrera. A pesar de ser solo 7 canciones podemos ver que tenemos un artista completamente inspirado, deseoso de sacar una obra que le haga rival a los discos que lo pusieron en el panteón de la música y me parece que lo logró. Estoy seguro que en 20 años vamos a ver que ★ estará por lo menos en el top 5 de discos de Bowie.  El éxito del álbum no es tanto de que Bowie quiera reinventarse en un nuevo género y copiarle a la gente que le copia a él, sino que busca en su pasado y agarra esa brillantez que tuvo en la trilogía de Berlín y le hace un update para el siglo 21,  tomando influencias ya conocidas como Can, agregándole cosas de Radiohead y TV on the Radio y mezclándolas con la amalgama de jazz rock  de Miles Davis en “Bitches Brew”. Ciertamente habrá gente cínica que querrá quitarle merito al disco solo porque es visto con los ojos de nostalgia a causa de la muerte del intérprete y luego habrá gente que se va a querer montar al vagón de Bowie ensalzando demasiado el álbum sin escuchar lo que hubo, ambas cosas le restarían merito a esta obra maestra, lo mejor es escucharlo con mente abierta.

Una verdad innegable del legado de David Bowie fue que moldeó el siglo XX para que hubiera una apertura social más grande dándole cabida a gente que no encajaba dentro de parámetros provistos por la sociedad. Su sombra dentro de la música es grande y larga, ya que siempre estuvo presente sea como padrino Lou Reed e Iggy Pop, como rival de Marc Bolan, como amigo de John Lennon y Mick Jagger , como amante de Can y Neu!, como colaborador de Brian Eno y Queen, asesor de imagen de Duran Duran y Depeche Mode, idolatrado por Joy Division, inmortalizado por Nirvana y Flaming Lips, revitalizado por Trent Reznor, pregonado por Bunbury o padre espiritual de Arcade Fire.

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