jueves, 9 de junio de 2016

Prince: el legado morado


Podría engañarlos y hacerles pensar que todo fue minuciosamente planificado desde el comienzo. "No publicaremos nada sobre la muerte de Prince hasta después del día de su cumpleaños" pude haber expresado en abril de 2016, año particularmente fatídico para las celebridades. Pero la realidad es otra. Lo cierto es que a pesar de conocer el nombre y la imagen de Prince (esa historia sobre como cambio su nombre a un símbolo impronunciable en los 90s), sabía poco por lo que tanto se lloró el pasado 21 de abril, su trayectoria musical.Y que mejor ocasión para revisitar, o en mi caso, conocer la música de un artista, que tras la muerte del mismo, cuando de repente, cualquiera se siente versado en el tema. Yo voy a comenzar por parafrasear algo que he tratado de transmitir en esta introducción: no soy para nada un experto, conocedor, y la semana pasada ni siquiera podía considerarme fan de Prince. Si alguien del equipo de A la izquierda del dial debería de estar escribiendo esta reseña, probablemente debería de ser Víctor, ya que Tato no parece tener problemas con la androginia de David Bowie, pero sí con la de Prince Rogers Nelson.

Prince es una leyenda; de eso no queda duda. A lo mejor en nuestro país no se le ve así, o quizá en su momento lo fue y tan solo no logró la transición generacional que han tenido Madonna y Michael Jackson, la tríada del pop Norteamericano. Además, para aquellos interesados en la buena música (sí, ustedes que extrañan escucharnos los viernes por las noches), entrarle a Prince es complicado, pues en sus casi 40 años de carrera, el morado de Minneapolis lanzó 39 álbums de estudio. Sin embargo, como todo artista de larga trayectoria, existe un período cumbre, en el que todo lo que tocaba era oro. Quienes queden encantados por la etapa musical de Prince en los 80s, seguramente encontrarán muchas más cosas que disfrutar en el resto de su discografía, pero con el objetivo de publicar este artículo este año, decidí enfocarme en sus 4 trabajos más icónicos: Dirty Mind de 1980, 1999 de 1982, Purple Rain de 1984 y Sign 'o' the Times de 1987.

Para cualquiera que haya visto una presentación o un videoclip de Prince tocando su música en esta etapa sabrá un par de cosas claves del porqué Prince es tan importante en la historia de la música moderna. Primero, Prince era un gran músico, diestro en cualquier instrumento; tan solo presten atención a la guitarra en su canción insigne Purple Rain (ya llegaremos a eso). Pero probablemente un factor aún más importante, fue la forma en que Prince Rogers Nelson rompió paradigmas; rompió los moldes establecidos sobre raza, sexualidad y sobre lo que es correcto hablar en la música pop. Además creó temas como Little Red Corvette o When Doves Cry, sencillamente dos de las mejores canciones de pop de todos los tiempos.

When Doves Cry (1984)

Pero contrario a lo que se pueda pensar, el personaje artístico de Prince no se formó de la noche a la mañana. Comenzado con un debut blando, For You de 1978 a penas alcanzó a rozar el fondo de las listas de popularidad. Sería un año después con el lanzamiento de su álbum homónimo que Prince comenzaría a encaminar su carrera por el sonido y concepto que le darían la fama y su legado. La precocidad de Prince en esta etapa quedó en evidencia durante su presentación en American Bandstand para promocionar el álbum. Tras una solida presentación, el anfitrión Dick Clark se le acercó y le hizo unas sencillas preguntas, que el tímido cantante casi se mostró incapaz de contestar. La experiencia fue traumática, pero marcaría su carrera. Al salir del aire, uno de los músicos cuenta como Prince le dijo "Eso nunca me volverá a suceder".

 

Dirty Mind de 1980 es su primer álbum considerado una obra maestra. Sinceramente, de los 4 álbums que escogí poner en mi reproducción habitual, este es el que menos despierta emociones en mí. A decir verdad son para mí, pocos los momentos memorables, pero esto es entendible cuando ubico Dirty Mind al lado de sus otras tres obras maestras. Si bien desde este álbum existe esa característica casi universal en la música de Prince de ponerte a bailar o mover tu cuerpo, sería hasta 1999 del año 1982, cuando la formula finalmente cuajaría. 1999 es un álbum que comienza a jugar con la idea del álbum conceptual, y que trae al frente el sonido pegajoso y la sexualidad ya existente en Dirty Mind. Cuando en aquel álbum habían breves insinuaciones, 1999 culmina con gemidos en medio de Lady Cab Driver, algo que tenderíamos a pensar en ser una tendencia más reciente. El uso de sintetizadores sí es una tendencia que relacionamos con la música de los años 80, y no necesariamente de una forma positiva, sin embargo, a pesar de que 1999 y gran parte del trabajo musical de Prince en esta década también los incluyen prominentemente,el genio que separa a Prince  estos no suenan arcaicos como muchos de sus contemporáneos. Otra prueba más de la genialidad que separa a Prince de sus contemporáneos.

Little Red Corvette (1982)
Su siguiente álbum, Purple Rain de 1984, sigue siendo hasta la fecha, el disco más exitoso del artista y en cuanto a críticas, siendo considerado casi universalmente como el mejor del artista, y uno de los más icónicos de la época. El álbum es además una banda sonora, de una película del mismo nombre, basada ligeramente en la vida del cantante, pero que es uno de esos casos curiosos en los que un buen soundtrack no necesita de una buena película para pasar a los anales de la cultura pop. A pesar de que por años pasó sentado en mi colección de CDs sin recibir atención alguna, ahora me es fácil entender el porque Purple Rain es considerado el mejor trabajo del músico. Sencillamente, Purple Rain es el mejor paquete de canciones que Prince, acá ya con su banda The Revolution, nos pudo entregar. Tampoco afecta el que sus mejore duetos (Take Me with U), su mejor canción pop (When Doves Cry) y su mejor balada y debatiblemente, su mejor canción Purple Rain se encuentren acá dentro. Aun así, considero que 1999 es el mejor álbum para empezarle a agarrar sabor a la música de Prince.

Purple Rain (1984)
Con Sign 'o' the Times de 1987 Prince se reinventó, buscando un camino más maduro y visionario. Con esto no quisiera dar a entender que sus anteriores trabajos carecían de creatividad o pretensión, sino que como David Bowie o la misma Madonna, a lo largo de su extensa carrera, Prince iría reinventandose. Sign 'o' the Times  es el álbum musicalmente mejor logrado. Por una parte, es un álbum doble, y Prince tiene 80 minutos para dar rienda suelta a su capacidad e imaginación. En varias canciones podremos escuchar a Prince experimentar con efectos en su voz, que casi nos hacen pensar que es otro el cantante detrás del micrófono. Sino tan solo escuchen If I Was Your Girlfriend, una de las canciones más sexualmente ambiguas, en un catálogo lleno de estos.

If I Was Your Girlfriend (1987)
Y bueno, los que ya son fans podrán notar evidentemente el hecho que no soy fan del artista, apenas comienzo a adentrarme en su extensa discografía. Para los que tampoco entendían muy bien el porque se decía que una leyenda había partido, espero que mi breve reseña y los videos de muestra con los que he acompañado este artículo les llamen la atención lo suficiente como para darle una oportunidad a Prince. Apurense, porque así como pinta este año, cualquier día se nos puede ir otra leyenda, y será otra la discografía que debamos descargar.

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