Resulta interesante, incluso obligatorio el tener que mencionar a David Bowie en esta reseña, pues la carrera del recientemente fallecido icono musical ha compartido ciertos paralelismos con la carrera de la banda británica Suede en estos últimos años.
Para aquellos no familiarizados con la banda, allá por 1992 la revista Melody Maker los llamaba en su portada del 25 de abril "la mejor banda nueva en Gran Bretaña" cuando aún no tenían siquiera un lanzamiento oficial. Su debutante disco epónimo Suede, saldría en 1993 a gran aclamo, convirtiéndose en el debut mejor vendido en la historia de la isla, ganando el primer Mercury Prize otorgado a lo mejor de la música en el Reino Unido, y definiendo casi por si mismo el género Britpop que dominaría las frecuencias radiales en los siguientes años.
Aquel muy competente álbum, que denotaba el característico sonar ambiguamente sexual de la banda, que recordaba al más andrógino David Bowie y a los ídolos musicales ochenteros de The Smiths (el baterista de The Smiths Mike Joyce incluso formó parte de una de las primeras alineaciones de la banda), tanto en letra como en sonido, sería superado por la obra maestra de la banda, Dog Man Star de 1994. Dicho disco profundizaría en los temas de escapismo oscuro del debut, a medida que la banda buscaba distanciarse de la etiqueta del Britpop a través de un sonido más maduro, ambiental e inmersivo. Sin embargo, sería también durante la grabación de este álbum que la prolífica asociación entre Brett Anderson y su guitarrista Bernard Butler se rompería a tal punto de forzar la salida de este último. Ambos se complementaban al estilo de un Morrissey-Johnny Marr, por lo que fue necesario encontrar en el sustituto de Butler, Richard Oakes, alguien que mantuviese la misma dinámica. Con Oakes, Suede (o The London Suede, como es conocida en América debido a la demanda de una oscura cabaretera legalmente adueñada del nombre "Suede") logra sacar Coming Up en 1996, el disco que se convertiría en su mayor éxito comercial. Purgada quedó la oscuridad de Dog Man Star; acá la banda se presenta con un sonido más amigable que además representa el último disco bueno de la banda antes del "crash & burn" que sufrirían con Head Music del '99 y A New Morning de 2002 y que llevarían a la disolución de la banda.
Beautiful Ones (1996)
Beautiful Ones (1996)
Los años venideros fueron marcados por la conciliación entre Anderson y Butler, quienes incluso grabarían un álbum entero bajo el nombre de The Tears. El producto, Here Come the Tears de 2005 nos lleva al sonido de los primeros años de la banda, pero con un mayor sentido de libertad debido a soltarse del nombre de su banda madre, no muy distinto a lo ocurrido con Jimmy Page y Robert Plant en los 90s. Luego, vendría la inevitable reunión en 2010 (tristemente sin Butler), y el eventual lanzamiento de Bloodsports, el sexto álbum de estudio de la banda y el mejor recibido por los fans y la crítica desde Coming Up. Sin ser realmente necesaria (la banda tendría un gran legado de solo haber lanzado sus primeros tres álbums y B-sides acompañantes), la reunión de Suede es una de esas que no molesta, pues su entusiasmo se hace sentir en sus nuevos trabajos de estudio y en sus presentaciones en vivo (a juzgar por sus dos álbums en vivo post-reunión).
Animal Nitrate (En Vivo Royal Albert Hall 2010)
Y así llegamos hasta el presente, al año 2016, y a Night Thoughts, el segundo álbum de estudio desde la reunión de la banda y que como ya mencionamos, coincide con el último lanzamiento y posterior muerte del ídolo David Bowie. Como la mayor parte de las bandas reunidas cuyas nuevas producciones valen la pena, tanto con Bloodsports como con Night Thoughts, Suede se remonta al sonido que los hizo famosos; pareciendo enfocarse en los fans de sus años mozos y los numerosos más que sus mejores canciones han ido aglomerando con el pasar de los años. En general Suede carece de un mayor atractivo comercial, aunque por momentos les guste pretender que la era del Brit Pop aun existe. Night Thoughts persigue un sentido más maduro, con canciones que fluyen de una a la otra en forma de una semi-opera de rock (el lanzamiento del disco viene acompañado por una película), y con ciertas letras que reconocen que los miembros de la banda ya no tienen 20 años.
Más allá de las pretensiones por trascender sus anteriores trabajos, el sonido de Suede en Night Thoughts retiene lo que mejor saben hacer, buenas canciones, que con títulos como "I Don't Know How to Reach You" o "I Can't Give Her What She Wants" demuestran que algunas temáticas no se han descartado a pesar de la edad, dado que el concepto que Suede nos ha vendido está naturalmente apegado a la juventud. Temas como "Outsiders", "Pale Snow" o "Like Kids" seguramente recordarán a canciones pasadas, pero con suficiente variación para no determinar con precisión a la víctima del préstamo. Más que optar por un sonido cambiante (la banda lo intento y falló con Head Music), Suede parece contenta en seguir su carrera como si fuese 1996, lanzando algo entre el comercialismo de Coming Up y la oscuridad de su predecesor, ya que como el mismo Anderson ha aceptado en el pasado, Suede no volverá a hacer otro Dog Man Star.
No Tomorrow (2016)
Con eso en mente, queda claro que como con la reunión de Dinosaur Jr., esta nueva etapa en la carrera de Suede no cambiará el mundo de la música, pero servirá como adición grata al catálogo y a sus presentaciones en vivo, donde no molestará escuchar temas como "No Tomorrow" a la par de ya consagrados temas como Stay Together (canción irónicamente lanzada previo al rompimiento artístico entre Anderson y Butler) o The Wild Ones (mi pick para la mejor canción de la banda). Este tipo de reuniones son gratas para aquellos que disfrutamos de la discografía de estas bandas por su sonido característico y no por una constante reinvención.
-Diego
Más allá de las pretensiones por trascender sus anteriores trabajos, el sonido de Suede en Night Thoughts retiene lo que mejor saben hacer, buenas canciones, que con títulos como "I Don't Know How to Reach You" o "I Can't Give Her What She Wants" demuestran que algunas temáticas no se han descartado a pesar de la edad, dado que el concepto que Suede nos ha vendido está naturalmente apegado a la juventud. Temas como "Outsiders", "Pale Snow" o "Like Kids" seguramente recordarán a canciones pasadas, pero con suficiente variación para no determinar con precisión a la víctima del préstamo. Más que optar por un sonido cambiante (la banda lo intento y falló con Head Music), Suede parece contenta en seguir su carrera como si fuese 1996, lanzando algo entre el comercialismo de Coming Up y la oscuridad de su predecesor, ya que como el mismo Anderson ha aceptado en el pasado, Suede no volverá a hacer otro Dog Man Star.
No Tomorrow (2016)
-Diego