5) The Monkees - Good Times!
Si hay algo en lo que todos en ALIDD estamos de acuerdo (¡algo no tan común como pareciese!), es en la grandiosidad del pop psicodélico de los 60’s; the Beach Boys, the Byrds, the Kinks y the Beatles (obviamente) se cuentan entre los favoritos de todo el staff, entre otros. The Monkees, quienes en su tiempo fueron una especie de precursores de Gorillaz al ser la primera banda compuesta por caricaturas, regresa sin uno de sus cantautores (Davy Jones, quien murió en el 2012) pero aún así nos brindan un álbum que no tiene nada que envidiarle a sus clásicos de los 60’s, tanto por su sonido asoleado (con su dosis leve de nostalgia) como por la excelencia de sus canciones. Esto se debe en una no despreciable medida a la contribución de músicos grandiosos que crecieron escuchando la música de los Monkees y ahora les retornan el favor contribuyendo excelentes canciones para este disco: Andy Partridge (XTC), Rivers Cuomo (Weezer), Adam Schlesinger (Fountains of Wayne) y Ben Gibbard (Death Cab for Cutie), entre otros.
4) Wild Nothing – Life of Pause
Jack Tatum regresa con el álbum más elaborado y logrado de su carrera. Tatum es uno de esos cantautores que surgió en medio de la movida del chillwave de inicios de década (el género que se inspiraba en el sonido nostálgico de las producciones de los 80s) y si bién siempre se caracterizo por tener composiciones más sólidas que muchos de sus contemporáneos, ha progresado desde su álbum debut de dream pop rudimentario hacia una dirección kaleidoscópica que mezcla este con la música comercial de los años 80s. “Life of Pause” confirma el estatus de Jack Tatum como EL cantautor del chillwave.
A modo de epílogo de lo que fue “To Pimp a Butterfly” (álbum que en corto tiempo se ha consagrado como una especie de “Illmatic” del siglo XXI) K. Dot nos ofrece esta colección de pistas grabadas durante la realización de dicho álbum. Más que ser un botadero de esbozos, “untitled unmastered.” resulta ser otra excelente adición a la que se perfila como una discografía irrebatible. Esta colección conserva la sensibilidad jazz en su producción, pero al mostrar producciones menos densas y especialmente al no tratarse de un álbum conceptual épico (como lo han sido “TPAB” y “Good Kid M.A.A.D. City") me atrevería a decir que es el mejor punto de entrada para escuchar la obra de quien seguramente será visto como el más grandioso MC de nuestros tiempos (aparte de luminarias latinas como Arcángel claro está).
2) NAILS – You Will Never Be One of Us
La tercera misiva antisocial del veterano del hardcore, Todd Jones, ha llegado después de tres largos años de espera. Más que hacer cambios en su ideario corrosivo, “You Will Never Be One of Us” perfecciona la salvaje combinación entre death metal, hardcore y agresividad sin límites que Jones inventó, depurando cada uno de estos géneros hasta forjar un arma de letalidad pura con la ayuda de la producción de Kurt Ballou. NAILS se ha ganado la reputación de ser una de las (si no LA) bandas extremas más agresivas en la historia, claro, sin descuidar lo “pegadizo” de sus canciones, y este álbum (su primero para Nuclear Blast, la afamada discográfica de metal) continúa su racha intachable, demostrando el potencial que la música agresiva puede obtener si se dejan atrás el conformismo y la mentalidad de lemming que muchas veces caracteriza a estas escenas musicales. Música perfecta para la oficina del dentista.
1) Esperanza Spalding – Emily’s D+Evolution
El Nuevo álbum de Esperanza (de l@s pocos artistas que hemos cubierto en el programa que han visitado nuestro país) me tomó por sorpresa. Mientras que sus dos álbumes anteriores-los que la lanzaron al semiestrellato e incluso le valieron un Grammy-se ceñían más al enfoque improvisatorio del jazz, en este, la vocalista, compositora y bajista virtuosa decide poner sus talentos prodigiosos al servicio de un grupo de canciones previamente compuestas que muestran un magistral manejo del R&B, el pop y sorprendentemente, el rock progresivo. Estas mantienen un tono contemporáneo aunque resuenen con ecos de grandes de los 70’s como Stevie Wonder, Joni Mitchell y como mencionaba, íconos del rock progresivo de la talla de King Crimson y Frank Zappa. En un mundo ideal Esperanza sería la más grande superestrella musical, pero como no hace videos donde sale haciendo temblar prodigiosas nalgas y cantando como si acabase de sufrir un derrame cerebral (*ajem* Rihanna*ajem*)…
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