domingo, 15 de noviembre de 2015

Ir al concierto de Therion o quedarse escuchando A la izquierda del dial??



Hace ya unos meses, quiza un año, que la compañía Live Rock Productions preguntó en su página de Facebook a quién prefería el público que trajesen a nuestro país: Obús, Tierra Santa o Mago de Oz. No tardo en hacerse sentir el malestar de los seguidores de la página, quienes declaraban ya estar aburridos de que se trajeran el mismo tipo de bandas, por no decir "las mismas bandas". Un malestar que se ha visto atizado por el hecho de que países vecinos como Costa Rica, El Salvador o Guatemala, han traído artistas del calibre de Megadeth, Helloween, Opeth o Iron Maiden, mientras que a nosotros nos han rellenado de bandas tributo (que encima cobran como si fueran los originales) y bandas españolas en el ocaso de sus carreras.

Asumo que la reacción negativa en las redes sociales provocó que Live Rock Productions cambiase de estrategia, pues no se volvió a escuchar de esas propuestas, y comenzó a sonar que traerían una banda de otros lares. La expectativa que se pudo haber creado entre aquellos que esperaban un estandarte de la música moderna como Metallica o AC/DC probablemente se decepcionaron al saber que los elegidos eran la banda sueca de rock sinfónico Therion; pero tampoco me resulta difícil imaginar como más de algún metalero asintió su cabeza en aprobación.

Therion viene siendo el hijo de Christofer Johnsson, el líder y único miembro permanente de una banda que se formó en 1987 y que vivió varios años de transformación hasta finalmente encontrar su nicho dentro del metal sinfónico. Originalmente llamados Megatherion, en honor a Aleister Crowley quien tan famosamente utilizó ese nombre que se viene traduciendo a "la gran bestia", y a un álbum de la banda suiza de metal extremo Celtic Frost ("To Mega Therion"). Quienes conozcan a Therion por su trabajo más prominente de mediados de los 90s en adelante, probablemente se sorprendan de saber que la banda tuvo sus orígenes tocando metal más pesado, más rápido, con vocales inentendibles y sin los complejos arreglos de sus posterior etapa.

A principios de los 90s, ya con un contrato discográfico, la banda se transformó del rudimentario sonido original a un Doom Metal que incorporaba elementos de jazz y cánticos religiosos, pero sería hasta 1996 con el álbum Theli, que la banda terminaría su transición hacia el metal sinfónico mediante la adición de distintas voces, arreglos corales y en fin, todos los excesos por los que unos aman y otros miran de menos a este género. Theli es un disco interesante, considerado por los fanáticos como el mejor trabajo de la banda, y que además es un disco que logra acoplar de forma adecuada los teclados al metal, aunque por ratos casi se convierta en un cover de "Mamma Mia"; y ya que tanto ABBA como Therion provienen del mismo país escandinavo resulta difícil pensar en una coincidencia (en un disco posterior aparecería un verdadero cover de ABBA).


A partir de entonces, la banda encontró su camino y un público dispuesto a seguirlos. Desde entonces se han dedicado a presentar distintas variaciones de ese sonido, con la ventaja, diría yo, de poseer una puerta giratoria de miembros musicales, atreviéndose con el pasar de los años a buscar proyectos más pretenciosos que los alejaban de Venom y los acercaban a compositores clásicos como Richard Wagner. El trabajo más reciente de la banda se titula Les Fleurs du Mal, como el libro de Charles Baudelaire, el poeta maldito, y está cantado completamente en francés. Además, desde el año pasado que Johnsson juega con la idea de realizar una ópera de rock que se supone verá la luz este próximo 2016.


En fin, yo realmente no soy un aficionado de Therion, pues únicamente comencé a escucharlos cuando me enteré de su venida, e intensifiqué ese menú musical en los días anteriores a está entry, pero debo de resaltar el valor musical que posee la música de esta banda. Los fanáticos no han de necesitar que los aliente a ir al concierto, los que como su servidor conocen poco al respecto de esta banda (o el género musical en sí), los invito a que escuchen sus trabajos más agasajados: Theli, Vovin y Secret of the Runes y luego determinen si quieren ir o no. Finalmente, si no se sienten con el tiempo para esto, pero les gusta el metal y/o la música clásica y tienen rigio ya que el último artista relativamente decente en venir a Honduras fue quiza Molotov el año pasado, entonces aventurense a asistir.

La elección de Therion como banda estandarte de la nueva propuesta de Live Rock Productions deja otro sinfín de asuntos por discutir, ya que hasta el miércoles sabremos a ciencia cierta la capacidad de convocatoria de esta banda, algo que no pondríamos en duda de estar hablando de un artista con un público más amplio. Además debemos considerar que Therion, con su presentación de esta semana, ya sumará cuatro apariciones en el vecino país de El Salvador, por lo que resulta difícil pensar en un verdadero fan hondureño que no los haya visto anteriormente. Finalmente, la traída de una banda de renombre va a estar difícil mientras el país siga careciendo de una venue decente para los conciertos, con calidad de sonido y con la suficiente capacidad de público como para aminorar costos. A mi parecer ese es un paso que las productoras debieron haber solucionado hace muchos años, pero que no se ha concretizado en nada. Si algo es cierto, es que los amantes de la música nunca dejaremos de soñar con que algún día podamos tener con mayor frecuencia artistas de calidad.

-Diego

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